Escrito por Fani Sánchez
Los servidores compartidos, también llamados alojamiento Web compartido o hosting compartido, son la mejor opción para empezar a disponer de un sitio Web. Generalmente, en su comienzo, el tráfico de una Web no precisará de la capacidad de un servidor dedicado o housing. Tampoco ocupará mucho espacio ni será probablemente una aplicación compleja, de modo que un servidor virtual compartido puede ser la solución más rentable.
En el alojamiento Web compartido, existe un servidor con unos recursos limitados. De estos recursos, hay algunos que se comparten entre todas los sitios Web que se alojan en él, como la CPU, la memoria, el ancho de banda, la IP, etc. Hay otros que estarán en exclusiva, como el espacio en disco, del cual se dispondrá de una porción de total del disco o discos duros del servidor.
Es de suma importancia conocer las características del servicio y si existen restricciones de uso, para saber si las características se adaptan a las necesidades de la página Web.
Algunas de las características más importantes del hosting compartido y que hay que tener en cuenta antes de contratarlo son:
- Sistema Operativo: dependiendo del sistema que tenga instalado el alojamiento, dependerá la forma de gestionarlo y el tipo de tecnologías (lenguajes de programación, sistemas de bases de datos) que pueda utilizar la Web. Los sistemas operativos más comunes para servidores compartidos están basados en Linux o en Windows.
- Espacio en disco: de este espacio dependerá la cantidad de información que pueda tener la página Web. Generalmente se mide en Megabytes o Gigabytes.
- Transferencia: es el tráfico de datos máximo que puede consumir la Web y se suele medir en Gigabytes.
- Uptime: Se refiere al tiempo mínimo que el proveedor garantiza que servicio estará funcionado. Se suele medir anualmente y lo más común es que sea del 99,99%. Cuando mayor sea el uptime, más calidad tendrá el servicio.
Existen otras características que pueden ser interesantes(cuentas FTP, cuentas de email, número de bases de datos), aunque estas dependerán de las necesidades de la Web y sus usuarios.
Ventajas de los servidores compartidos
Algunas de las ventajas más interesantes de los servidores compartidos son:
- Bajo precio: comparado con cualquier otro servicio de alojamiento Web.
- Sin administración: no es necesario contar con personal especializado para el mantenimiento y actualización del servidor, ya que de esto se ocupará la empresa que presta el servicio.
- Fácil utilización: el servicio suele contar con paneles de control que facilitan la gestión de tareas tan comunes como la creación de un email.
- Recursos escalables: aunque los recursos, como el espacio en disco, se puedan agotar, los proveedores suelen facilitar el aumento de dichos recursos con su correspondiente aumento de precio.
Desventajas de los servidores compartidos
El alojamiento compartido cuenta con algunas desventajas, entre las que se encuentran:
- Recursos limitados: aunque se especifique los recursos con los que se cuenta, una subida repentina de visitas puede agotar rápidamente los recursos y dejar la Web caída.
- Difusión de problemas: Los problemas de los sitios Web con los que se comparte servidor, como ataques o consumo excesivo de recursos, pueden afectar al rendimiento y seguridad del sitio Web. También suelen afectar los problemas relacionados con la IP compartida, sobretodo en el envío de emails.
- Control limitado: algunas aplicaciones Web precisan de configuraciones especiales para funcionar y, en el caso del hosting compartido, no se suele tener el control suficiente sobre el servidor para realizar las modificaciones oportunas.
Dependiendo de las necesidades de la empresa o persona propietaria de la Web y de la importancia del sitio, los servidores compartidos pueden ser una solución económica y suficiente para obtener un servicio satisfactorio.